
Nota de la Directora
He querido hacer de Las Damas Azules un documental positivo. Dar a conocer uno de los componentes de la resistencia en contra del proyecto Conga que está todavía poco expuesto en los medios de comunicación: el rol central de las mujeres en la lucha y las alternativas que proponen. Las Damas Azules es el deseo de poner a la luz personajes que están en la sombra. Es un relato de mujeres, un homenaje a estas luchadoras que no se han rendido al deseo de venganza y a la fatalidad. Es un homenaje a la belleza de su grito, el grito de la esperanza.
Las Damas Azules es un viaje constante entre el campo y la ciudad, acompañado por estas actrices del cambio, estas defensoras de la Pachamama. Rodado en julio y agosto 2015, la construcción del documental se hizo de forma participativa, conjuntas. Cada mujer tiene su personalidad bien marcada, una historia personal propia, a veces son de diferentes provincias, de varias clases sociales pero todas unidas en un lucha común.
Mis motivaciones en hablar de las mujeres cajamarquinas nacieron en 2011, tiempo en el cual fui por primera vez a Cajamarca para realizar un relato audiovisual sobre el cotidiano de una familia campesina viviendo en el corazón de la mina Yanacocha y con la ausencia absoluta de agua. Pase mucho tiempo allí y específicamente con las mujeres. Adentro de las casitas de tierra, compartíamos, a veces en silencio, a veces cocinando, tisando la lana, acompañándoles en sus tareas pecuarias. Es en este momento que descubrí el estatus de las mujeres de esta región todavía basado en un modelo bastante patriarcal. Las mujeres son el pilar de la vida en la comunidad pero no tienen acceso en la esfera pública y ejecutiva.
Poco después, explotaron las movilizaciones en contra del proyecto Conga, y en 2012, por primera vez, sale una mujer campesina en la primera página de los periódicos. Máxima Acuña de Chaupe levanta la voz en contra de la empresa minera Newmont Company – dueños de la mina Yanacocha, que la acusan de un delito de usurpación de tierra que nunca ha cometido. Vivimos un evento único. La figura de Máxima Acuña se fortalece. La Dama de la laguna Azul se devuelve un símbolo de la lucha, un símbolo de resistencia para las mujeres. Y no está sola, son muchas, desde años, que luchan para preservar sus aguas, sus tierras y la vida de sus hijos.
Entonces una pregunta me vino en mente: ¿quiénes son estas otras Damas Azules?
Bérengère Sarrazin